Orígenes
El pianista italiano (Turín) Vicente Miguel Chiavetti, en gira de conciertos pasó por Argentina con destino a EEUU;
invitado por un estanciero de San Pedro (Buenos Aires), para que conociera los extensos campos, de los que tanto le había hablado en Europa.
Durante su estadía acompañó a su amigo a San Nicolás de los Arroyos a comprar un carruaje, a la fábrica del veneciano Stradolini.
Una de las hijas del fabricante se acercó a su padre y en voz baja le anunció: “il pranzo e pronto” (el almuerzo está listo), retirándose con una sonrisa que enamoró perdidamente
al concertista, quien rompió contratos y se quedó para casarse con la bella Mariute (como llamaba cariñosamente su padre).
El 26 de noviembre de 1916, nació Antonio, el cuarto de cinco hijos (Miguel, Luis, José, Antonio e Irene).
Vicente hizo traer su fortuna que invirtió en el Banco de Cooperativa y Desarrollo. Ayudó a sus vecinos a concretar proyectos de trabajo y vivienda, colaboró con la escuela
donando “el pancito y la copa de leche”, para todos los niños, y la proveyó de la “cocina económica” para que también se les pudiera dar almuerzo.
Así transcurrió la dulce vida de la familia hasta que el banco en una maniobra, dejó en la ruina a sus inversores. Vicente enfermó y murió. María quedó sola con cinco hijos. Sus hermanos no la ayudaron…vendió lo que pudo y se trasladó con sus hijos a Liniers, al barrio “las mil casitas”, que el gobierno había construido para familias empobrecidas. Allí vivieron en una extrema austeridad, al principio no podían reaccionar a la nueva condición, porque de ser los benefactores pasaron a vivir en la miseria, a no tener ningún ingreso. Cada uno trataba de hacer algo, con angustia, pero con voluntad inquebrantable. Antonio a los once años, viendo que otras familias pasaban por lo mismo, juntaba papel de diarios y los cambiaba en la verdulería y la carnicería por comida. Mas tarde iba a una relojería para hacer limpieza, terminaba y se cambiaba para ir a la escuela. A los catorce años pudo ahorrar para comprar entradas en el Teatro Colón, la música clásica era el modo de recuperar el abrazo de su padre, desde el “paraíso” la ubicación más alta y económica. Esas veladas le daban fuerza y convicción de que podía lograr lo que quisiera. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes, obteniendo los mejores promedios, preparándose para trabajar duramente y lleno de pasión en el arte. Se enamoró de una bailarina (Felisa Guzmán) que se destacaba en el escenario del Teatro Colón, luego de un tiempo se conocieron en la Feria del Libro y nunca se separaron.
Comenzó a exponer en el año 1936, en Salones Nacionales, Provinciales y exposiciones, como la Exposición de Pintura y Escultura Argentina del Presente Siglo, (octubre 1952), presentada en Chile, Perú y Ecuador, organizado por el Museo Nacional de Bellas Artes. Becado por la Dirección General de Cultura del Ministerio de Educación de la Nación en el año 1952 realizó viajes de estudio en Argentina y Uruguay. En 1953, fue invitado por la Embajada de España, a exponer en la 2º Bienal de La Habana. Entre los años 1945 y 1947, como director de Arte del Salón Peuser, organizó exposiciones como la de Portinari y la de Arte Concreto Invención, ocupándose de todas las expresiones del arte. Luego fundó su galería, en la calle Florida (desde 1948 -52), a la que llamó “Antú” en homenaje a la cultura americana. Docente y militante del arte dirigió la Escuela de Bellas Artes de la Asociación Italiana de Mutualidad e Instrucción (1962-63). Presidió asociaciones de arte como Estímulo de Bellas Artes de Buenos Aires, Federación de Artistas Plásticos y fue Asesor de Artes Plásticas de la Facultad de Ciencias Médicas de la Ciudad de Buenos Aires. En su taller formó a muchos artistas de renombre internacional. En el año 1965, apasionado por el paisaje argentino viajó tomando bocetos y pintando en el sur, llegando a la Antártida Argentina; en la que vivió situaciones de riesgo al olvidar las bajas temperaturas y dejar de dormir por la obsesión de pintar. Las obras producidas en Antártida Argentina recorrieron el mundo en la “Fragata Libertad”. Entre sus murales se destaca, el que realizó en el altar de la iglesia San Roque, (V. Insuperable- La Matanza-Buenos Aires-Argentina).
Su hija mayor Isabel Liliana (Abogada) madre de su nieto Agustín Guido (Creativo); su hija menor Silvana (Diseñadora de Joyas y Artista Plástica).
Son los "custodios" de su obra...
Algunos de los premios que obtuvo:
Sus obras forman parte de colecciones privadas y de museos tanto nacionales como extranjeros. Mujica Lainez, tomó como base para su novela “Los viajeros”, la vida de su padre Vicente Miguel Chiavetti.